Post Nº 23: Le Pen, el gran mass-turbador (sic)

¡Qué buena noticia para un sábado de gloria!

El ultra-mega-hiper diestro Le Pen es el gran mass-turbador de las elecciones galas, recomendándole a las féminas la masturbación como medio anticonceptivo. Debemos reconocerle a Le Pen que nos está resultando más "progre" que el vaticano y en plena semanasanta, además.

A masturbarse, pues, pero con la mano derecha.

Jamás, ¿eh?, jamás de los jamases con la mano izquierda, esa zurda cuando menos siniestra.

La digitalización de la derecha es mejor y que se joda todo ciudadano zurdo, ambidiestros incluso.

A autosatisfacerse, entonces. ¡Qué viva el hedonismo puro y duro de la masturbación old fashion que practicaban secretamente, en la más abyecta clandestinidad, nuestras abuelas hoy muertas y enterradas.

Este Le Pen es la hostia, más moderno que el tombolele de Sarkozy, tronco, madero, pasma.

Le Pen podría liderar un programa mass-mediático de orientación sexual pre-electoral para ilustrarnos en las artes onanistas, usando los cinco dedos de la mano derecha y lubricante sin etanol ni petrolato ni combustible fósil alguno.

A la droite, bien sur, monsieur Le Pen, Le Ping, etcétera.

Y a divertirnos como onanistas durante las próximas elecciones gringoches y galas, que si los acontecimientos continúan así, pues los reality show se verán en los noticieros, sin necesidad de teleseries ni telenovelas ni telebasura. Bastará con sintonizar a Le Pen y demás payasos de la política, para que nos entretengan, cual perros amaestrados salivando a la caza de nuestro voto.

2 comentarios:

Kimberly dijo...

Los políticos no dejan de sorprender en ningún país, no crees? Pero la verdad es que muy pocos son tan sinceros. No votaría por Le Pen pero esta muestra de honestidad pues hay que reconocérsela.

bibliotekaria dijo...

Me temo que Le Pen sea apenas un ardid para canibalizar el mercado electoral francés y restarle votos a la izquierda.

Y se me antoja esperpéntica esta casta de zombies políticos insepultos que insisten en perpetuarse urbi et orbi.

Un electorado maduro optará por enterrarlos definitivamente.