Mejor desnuda, dice ella

Y lo asume, pues, lo encarna ella, desnuda, en plena pasarela parisina. El rey también estaba desnudo, pero él no se enteraba. Ella protesta desnuda, solidaria y sola, contra el uso de pieles animales en los eventos fashion. ¿Se sumarían las top-models a la iniciativa en favor de la vida? Yo no me lo creo. Las maniquíes estrechas necesitan cobrar completo para costear el sniff y el glam, la anorexia y el vómito, las arrugas y la flacidez aterradoramente inevitables ¿vale?

Un par + de ARCO, pero lectores de elpais.com

"Tierra de Venus", de Voet Cranf

"Humo prohibido", de Antonio Jordán

Buena esta iniciativa de www.elpais.com, la de permitir participar al lector.
De 22 obras expuestas, esta es mi selección.

Lanzo una pregunta: de todas las obras de ARCO 2007 aquí colgadas por mí, ¿cuál(es) pondrías en las paredes de tu casa?

6 + de ARCO 2007

Wang Guangyi clona a Warhol: ¿lo homenajea?

Salvador Díaz: ¿pubernaif?

Desiree Dolron "digigrafica" (sí, así: sin acento) a Vermeer

Dionisio González maquilla favelas en cualquier Macondo recalentado: colorín colorado este cuento apenas ha comenzado...

Liu Fei y sus ¿3 gracias alopécicas?

Ángeles Agrela encuadra esta faz

ARCO Madrid: arte portátil del 15 al 19 de febrero

Este GOGH desorejado es del coreano Kyoung Tack

Otro coreano, Osan Gwon, nos collagea justo así: ¡vaya kitsch!

La hembra ibérica Sylvia Fernández se impone en esta imagen
Made in Corea by Yong Ho Jin, con retazos de cauchos

World Press Photo 2007: mi propia antología

Locación: Nigeria / Fotógrafo: Akinleye
Locación: Estados Unidos / Fotógrafo: Winter

Locación: Guatemala / Fotógrafo: Astrade

Locación: Libano bombardeado por Israel / Fotógrafo: Monteleone

Locación: Irak invadido por EEUU / Fotógrafo: Agtmael
Locación: Tokio / Fotógrafo: Gutfender

Locación: París / Fotógrafo: Darzacq
(Ojo avizor: que se trata de una coreografía callejera y no lo que parece)
Apenas un par de comentarios personales: me asombra el pergamino en que ha devenido el rostro de Clint Eastwood y el "blanquinegro" me sigue resultando de un expresionismo que ya el full color quisiera para sí (salvo por los contrastes muy puntuales: el azul del cubo de agua en la primera foto de Nigeria; el rojo hematológico sobre la calle en Guatemala; la pared amarillenta donde se atrinchera el niño irakí)
Tradicional y/o digital: ¡ bendita fotografía que nos otea y documenta !

Serrano, Zurbarán y Caravaggio: demasiado que ver


Comparto con ustedes un artículo de Belén Ginart, publicado en www.elpais.com


En 1989, dos políticos norteamericanos presentaron una denuncia en el Senado de Estados Unidos contra el fotógrafo Andrés Serrano (Nueva York, 1959) por profanar un icono religioso. En la raíz de la controversia estaba su obra Piss Christ (1987), la fotografía de un crucifijo sumergido en la orina del propio artista. Fue un escándalo que sacudió a Serrano y al mismo tiempo le dio notoriedad internacional. Pero sobre todo le sirvió para reafirmarse en su línea creativa: enfrentar al hombre con sus propios tabúes. El Centro de Arte Tecla Sala de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) ofrece ahora una retrospectiva de su trabajo, que podrá verse hasta el 25 de marzo.

Hijo de un marino hondureño y de una cubana, Andrés Serrano fue abandonado por su padre al poco de nacer. Criado en el barrio de Brooklyn, a los 12 años visitó por vez primera el Metropolitan Museum of Art neoyorquino. Allí nació su fascinación por el arte, en especial por el barroco, que impregna la estética de su trabajo. Zurbarán y Caravaggio, pero también Mondrian o Miguel Ángel, son claros referentes del artista, que asegura no poder crear si el resultado no transmite belleza.


En esta dualidad entre la crudeza de los temas que aborda y la sensibilidad que destila el resultado se encuentra el sello personal de Serrano. Desde las primeras obras que se presentan en Tecla Sala, creadas durante la década de 1980 y donde los fluidos humanos son una materia prima esencial, hasta sus fotografías más recientes, como la serie de retratos que cierra la exposición, nacida tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y donde el artista intenta recrear la identidad plural de Estados Unidos. Retratos exquisitos de personas sin techo, miembros del Ku Klux Klan enmascarados bajo sus capirotes, cadáveres de personas muertas en circunstancias violentas en los que parece seguir latiendo la vida (la serie de la morgue de Nueva York es uno de sus trabajos más conocidos), sacerdotes, monjas y frailes fotografiados desde el absoluto respeto hacia quien lo ha dejado todo para servir a los demás, son algunas muestras de su obra reunidas en Tecla Sala.


Serrano fue educado dentro del catolicismo y se declara creyente, aunque crítico con las contradicciones en el seno de la Iglesia. Por eso, la religión tiene una presencia tan importante en su obra. Como la tienen también el sexo y la muerte. La comisaria de la exposición, Oliva María Rubio, interpreta el trabajo del artista como un intento de incitar al espectador a una reflexión sobre sus propias convicciones y creencias. Pero señala que Serrano se considera ante todo un artista y prefiere mantenerse al margen de las controversias políticas. "Toda su obra se ha interpretado como una provocación, cuando yo creo que es una vocación, la de tratar temas que a todos nos competen pero no queremos enfrentarnos a ellos. Y lo hace utilizando la belleza, para que no apartemos la mirada", asegura la comisaria. Por eso, la exhibición se titula El dedo en la llaga . Es la primera retrospectiva en España de la obra de Andrés Serrano.

Yoko Ono a sus 70: "sí soy una puta bruja"


Nada mejor, digo yo, que cada quien hable por sí mismo. Así que copio y pego la entrevista concedida por Yoko Ono al periodista español Carlos Fresneda. Me he tomado la libertad, eso sí, de retitular a mi antojo, aunque conservando el espíritu y el tono de esta mujer inextinguible.
NEW FUCKING YORK.- Yoko Ono cumple los 74 dentro de dos semanas y, a modo de regalo anticipado de cumpleaños, nos llega este disco que ella misma ha decidido titular 'Yes, I’m a witch' ('Sí, soy una bruja'), sin ánimo de ofender, entre el desquite y la ironía.
Hablamos con ella por teléfono: línea directa con el edificio Dakota, donde sigue viviendo y trabajando bajo la reconfortante sombra de John Lennon, que emergerá una y otra vez en la conversación. Su voz suena cálida y cándida, nunca intimidatoria, como si se esforzara en romper el mito oscuro que aún pesa sobre ella o se quitara de una vez esas gafas negras que le han servido de escudo protector.
Pregunta.– ¿Cuál es la idea más equivocada que la gente tiene sobre Yoko Ono?
Respuesta.– Se han dicho tantas cosas de mí, y tan falsas, que no me he tomado siquiera la molestia de rebatirlas una por una. Pero hay algo que me fastidia especialmente, y es que la gente crea que no soy capaz de cantar, que digan que no canto, que en todo caso grito, o doy alaridos... Mi manera de cantar tiene mucho que ver con mi educación musical en Japón. Allí se canta de otra manera, como en el flamenco se canta también de un modo especial, usando otros registros de voz que suenan como a un quejido... Digamos que uso mi voz como si fuera un instrumento musical, y entiendo que haya gente a la que le guste y a la que no le guste. Pero, por favor, que no me digan que no sé cantar. Y, sobre todo, que no me niegue nadie ese derecho.
P.– ¿Es el título de este álbum algo así como una venganza por todas las ofensas que ha recibido desde que se cruzó en el camino de John Lennon?
R.– Cuando compuse el tema titulado 'Yes, I’m a witch' para mi álbum 'A story', a primeros de los 70, me sentía realmente frustrada por todas las cosas que decían de mí. El título y la letra tenían algo de desafío, y reflejan de alguna manera la rabia que sentía en aquel momento. Ahora he decidido rescatar el tema y utilizar el título como una impostura, con sentido del humor, como diciendo: "Vale, sigo siendo una bruja, ¿qué hay de malo en ello?". Espero que la gente sepa entenderlo así.
P.– John Lennon se refirió una vez a usted como "la artista más famosa con la obra más desconocida". ¿Cree que este disco puede por fin paliar esa situación? ¿Podrá zafarse finalmente de la sombra de John?
R.– Yo no quiero librarme de la sombra de John. Para mí, la idea de estar bajo su protección no es peyorativa. Siempre lo he sentido como un árbol que proyecta sobre mí su sombra y me da fuerzas. Así era cuando vivía, y continúa siéndolo después de su muerte. Siento su presencia de alguna manera y quiero que siga siendo así. Me gusta esta sensación. Es perfectamente compatible con la idea de seguir mi propio camino.
P.– ¿Qué pensaría John Lennon si escuchara 'Yes, I’m a witch'?
R.– Estoy segura de que le encantaría. Él siempre quiso hacer lo posible por que se conociera mi arte y mi música. A primeros de los años 80, se implicó mucho en el proyecto de 'Every man has a woman', con versiones de mis temas cantadas por Elvis Costello, Roberta Flack y Harry Nilsson, entre otros. John era un explorador infatigable y tenía siempre el deseo de romper moldes. Creo de veras que le gustaría el sonido de este disco por lo que tiene de innovador y de experimental.
P.– ¿Qué música escucha Yoko Ono en su casa?
R.– Oigo de todo, desde música clásica a música independiente. Tengo una tremenda predilección por la música 'indie', por la gente que se sale de los caminos trillados. Corren malos tiempos para la industria de la música, pero son unos tiempos espléndidos para los músicos en general. Vivimos en un momento explosivo desde el punto de vista creativo. Internet ha sido un instrumento liberador para la música y para todas las artes en general: es lo más parecido a la aldea global de la que tanto hablábamos en los años 60.
P.– Usted tuvo que esperar hasta los 70 años para llegar al número uno de la sacrosanta revista 'Billboard' (en la categoría de música de baile) por la remezcla de 'Walking on thin ice'. Sus detractores no le perdonan el éxito y piensan que le ha llegado el momento de jubilarse...
R.– En su momento, tuve que soportar muchas críticas, no ya por el hecho de estar con John, sino simplemente por ser mujer. Los tiempos no han cambiado mucho: ahora se meten conmigo por ser "vieja". Las primeras muestras de discriminación por la edad las sufrí cuando iba camino de los 30, así que no es nada nuevo. De todas las artes, la música es quizá la más cruel: parece que no tengas derecho a cantar a partir de cierta edad. Yo me he rebelado siempre contra eso, y más ahora. Pensé que, a los 70, comenzaba quizás el declive, pero me equivoqué. Casi diría que la vida empieza de verdad a los 70. Para mí, todo ha ido rodando a partir de esa edad. Siento un gran impulso de seguir creando. Hago lo que de verdad me gusta.