Queridos perdedores

"Little miss sunshine" es una road movie de esas que me fascinan, pero además ésta ostenta otras virtudes: fresca, desenfadada, te salpica de humor negro, se mofa con infinita ternura de todos sus personajes, hay un coprotagonismo compartido y sustentado por los seis miembros de la familia gringa no típica ni arquetípica. Es una gozada que nos lleva de paseo bajo unos cielos magníficos, además de reseñar a Proust y Nietzsche, ¿quién diría?

Protesta desnuda

Esto ha sido hoy (ayer, ya) in Spain: cien personas han protestado desnudos a ver si dejan de masacrar animales para arrancarles sus pieles. Total, que estamos en el tercer milenio y los abrigos manufacturados con fibras sintéticas son mucho más confortables y cumplen igual función, claro que sin causar dolor.

William Blake a 250 años de distancia

Guillermito Blake escribía e ilustraba como los dioses (politeísta que soy para poder postear esto sin culpa alguna). La Biblioteca Británica muestra hasta el próximo 21 de marzo una selección de manuscritos como el que expongo aquí arribita con esa caligrafía enfática que lo caracterizaba. ¡Qué gozada de antología!

Woyzeck y los espectadores desprevenidos


El primer sorprendido con el éxito de la ópera "Wozzeck" o "Woyzek" fue su autor, el vienés Alban Berg. Ahora se presenta en el Teatro Real de Madrid en versión del catalán Calixto Bleito, alterando a las audiencias desprevenidas...
Y es que a veces resulta mejor espectáculo el que nos ofrenda el propio público recién vestido que ignora olímpicamente lo que va a "consumir" durante esa velada.
Esta versión de Bleito extrema el "expresionismo" primigenio concebido por Berg y ubica la acción en un sopor y hedor postindustrial absolutamente descarnado que incomoda y desaloja a los pijos madrileños de la sala.
Bravo por Berg y por Bleito en esta novísima versión de Woyzeck, Wozzeck.
Whatever, pues.